El número que aparece en este contador es el reflejo de las mujeres asesinadas por sus parejas o ex parejas, en lo que va de año, en nuestro país, según la estadística oficial del Ministerio de Igualdad. 5 menores de 18 años han perdido a sus madres en lo que va de año.

Desde el año 2003, primero en el que se tiene constancia de manera oficial de los asesinatos producidos por la violencia machista en España, casi 1.300 mujeres han perdido la vida simplemente por el hecho de ser mujer.

Desde el mes de enero de 2013 las estadísticas recogen el número de hijas e hijos menores, víctimas mortales, por la violencia de género. Nuestro objetivo es visibilizar también a estas víctimas invisibles que, hasta el pasado mes de diciembre de 2024, ascendían a un total de 62 menores.

No queremos que caigan en el olvido los denominados “otros feminicidios”, asesinatos de mujeres por razón de género, aunque no se hayan producido en el ámbito de una relación sentimental.

Es violencia machista cualquier acto de violencia, ya sea física, psicológica, sexual o económica, que tiene como base una relación de poder desigual entre hombres y mujeres, donde el hombre ejerce el control, la dominación o el maltrato sobre la mujer, simplemente por el hecho de serlo. Es una realidad que se encuentra arraigada en las estructuras sociales, culturales y políticas, y se manifiesta en distintos ámbitos de la vida cotidiana: familiar, laboral, social, etc.

Características principales de los diferentes tipos de violencia machista:

• Violencia física: Golpes, agresiones físicas, heridas, y cualquier otra forma de violencia que cause daño físico a la víctima. En los casos más graves y extremos, puede llevar a la muerte de la mujer.
• Violencia psicológica: Manipulación emocional, amenazas, humillaciones, chantajes, aislamiento social, control de la libertad de la mujer y degradación.
• Violencia sexual: Agresiones sexuales, violaciones, acoso sexual, y cualquier tipo de imposición sexual no consentida.
• Violencia económica: Control de los recursos financieros de la mujer, impidiéndole acceder a su autonomía económica, o utilizando el dinero para manipular o coaccionar.
• Violencia ambiental: Cualquier acto intencionado llevado a cabo por el agresor que produzca daño en el entorno de la mujer con el fin de intimidarla e infundirle miedo

Todas estas formas de violencia generan traumas, en mayor o menor medida, en las víctimas y, en muchas ocasiones, en sus entornos más cercanos (hijas, hijos, familiares…). Además de aislamiento social, baja autoestima, normalización de la violencia por parte de la sociedad, dificultades laborales, dependencia emocional y/o económica, etc.

Es habitual también que menores que hayan crecido en un entorno de violencia machista sufran secuelas emocionales y psicológicas, muestren conductas violentas e integren modelos de comportamiento violento que favorezcan la reproducción de roles de género desiguales, bien como agresores, bien como víctimas.

En resumen, la violencia machista en España y en todo el mundo tiene un impacto devastador en las mujeres, no solo a nivel físico, sino también emocional, social, económico y legal. La magnitud de sus consecuencias no solo afecta a las víctimas directas, sino también a sus hijos e hijas, familiares y a la sociedad en general. La erradicación de la violencia machista requiere un enfoque integral que abarque la educación en igualdad, el fortalecimiento de las leyes de protección, medidas de sensibilización, actuaciones de discriminación positiva y un cambio cultural hacia la igualdad de género.

Si crees estás sufriendo violencia o conoces a alguien que la esté sufriendo, contacta con:
016 – Atención a todas las formas de violencia contra las mujeres
856.213.339 – Servicio de Feminismos-LGTBI+ del Ayuntamiento
900.200.999 – Atención a la mujer del Instituto Andaluz de la Mujer

O acércate a la Unidad Feminismos-LGTBI+ en C/ Zambra 4, 1ª planta.